lunes, 21 de mayo de 2012

ENERGÍA, POLÍTICA, ÉTICA Y REALIDAD HUMANA


Quizás te choque que este artículo parezca un manifiesto político, o un desvarío místico, cuando de lo que hablamos de energías alternativas.
Si lees hasta el final lo entenderás.
No pretendo que estes de acuerdo con lo que se dice. Quiero tus comentarios, quiero que nos planteemos la situación global.
Ciertamente estoy hablando de energía pero voy a intentar dar una visión política de la energía y del dinero, pasando por la moral. De forma que entendamos el contexto en que se están dando los problemas ecológicos y económicos.
EL VERDADERO LIBERALISMO ECONÓMICO NO EXITE EN EL PLANETA
Cuando hablan de liberalismo económico nos están engañando, el actual sistema no permite que cualquiera pueda enriquecerse creando empresas que dan trabajo a otras personas y hagan que la prosperidad  del país aumente.
De ninguna manera estamos en un sistema que realmente premie el esfuerzo, la honestidad del intercambio y asegure la prosperidad.
Lo que estamos viendo es como ciertos lobbies se escudan en la falsa defensa de la propiedad privada para realizar un expolio de la propiedad privada.
Es una economía tanto o más intervenida que la de china o la Rusia comunista, dado que solo formando parte de las élites del sistema corporativo podemos gozar realmente de cierta protección de los gobiernos. Esa protección gubernamental disminuye cuando tus inversiones son realmente privadas.
Solo mira la diferencia de trato que puede tener una multinacional a la hora de obtener ventajas fiscales o negociar despidos.  Bajo la amenaza de despedir a miles y mudarse a otro país una multinacional puede recibir ventajas de todo tipo, incluso después de haber estado obteniendo beneficios.
Y alterando los tipos de interés o el valor del dinero el banco puede arruinar a un pequeño o mediano empresario.
El capitalismo no es el libre mercado que nos predican, es el control del capital sobre el estado. Y ese capital se basa en una economía basada en la perversión del sentido que teóricamente tiene el dinero.
De hecho el dinero mismo no es un símbolo del valor de las cosas, sino que simboliza la perversión del valor de las cosas. Veremos Eso más adelante.

 LA ENERGÍA DEL PLANETA
Añadir leyenda
Dejemos el cómo se obtiene energía eléctrica para ver la energía de forma más básica.
La energía del planeta proviene del sol y de la tierra. Los volcanes y los átomos son un ejemplo de la energía de la tierra, el calor, la luz y el viento son ejemplos de la energía del sol.
Por tanto no hay ninguna falta de energía.  Hasta nuestros movimientos  es energía, como es energía la que hay en las substancias tales como los excrementos, las grasas, los azucares y, claro está, el petróleo.
De alguna manera las plantas son el mejor ejemplo de un organismo que obtiene energía del sol y la fija en substancias que luego vamos comiendo los animales, ya sea directa o indirectamente.
Dentro de la sociedad humana la energía se considera que es mejor que se intercambie en un sistema simbiótico, que no en un sistema de depredación.  Al menos eso es lo que se considera ético, aunque podemos ver cierta tendencia al canibalismo asociado a mentalidades de tipo psicopático.
El dinero que en principio se considera que es un instrumento para facilitar ese intercambio es en última instancia un símbolo de esa energía que proviene del Sol, pero si analizamos bien qué está pasando realmente con el dinero veremos que no es así.
El comercio que es la base del dinero es un intercambio, y su aspecto ético es la paridad. Lo que podríamos llamar un intercambio justo.
El mercader que transporta una cosa de un lugar a otro debe alterar el valor de las cosas al incluir sus propias necesidades en el intercambio, incluyendo por ejemplo los riesgos del transporte.
Y es justamente el mercader el que precisó inventar el dinero. Ya que transportar cosas para intercambiar es mucho más complicado que transportar oro o monedas.
El asunto es que el mercader tiene la capacidad de alterar el valor de las cosas, por lo que el dinero viene a ser no tanto el símbolo de la paridad del intercambio, sino de la alteración del valor.
Si una cabra la cambio por algo en siria y ese algo lo intercambio por dos cabras cuando regreso, la cabra que es ganancia es justamente el dinero. Magia.
Pero puesto que con un buen regateo puedo conseguir tres cuatro o lo que se esté dispuesto a pagar, podemos ver que en realidad el dinero puede tener cualquier valor.
Cuando pasamos a manejar dinero para hacer dinero, y lo hacemos sin que exista ya nada material, como es el caso de ahora, el dinero pasa a ser algo cuyo valor es absolutamente manipulable.  Y eso es el capitalismo realmente.
El dinero es un símbolo de la especulación, un juego de espejos, magia. De ilusionismo, por no decir una estafa.
Esa estafa se basa en una pirámide de complicidad. Y esa complicidad solo se sostiene por la amenaza de la pobreza y la promesa de ascender en la pirámide.

EL GOBIERNO Y LA LEGALIDAD
En teoría el gobierno debería poder regular ese juego.
Pongamos por ejemplo la posibilidad de que alguien venda a su hijo legalmente. Dentro de la ética que oficialmente impera en occidente eso no puede ser legal.
No es posible firmar un contrato con un banco que permita cobrar el préstamo con un kilo de nuestra carne como en EL MERCADER DE VENECIA.
Ese principio de la legalidad no puede de ninguna manera quedar al servicio de una religión del tipo LIBERALISMO ECONÓMICO ABSOLUTO.
Para no entrar en otros temas me voy a centrar en el tema de las energías renovables.
Cuando votamos tenemos un mínimo de poder para decidir acerca de ese gobierno, lo cual implica que un sistema que de al gobierno el control de los bienes estratégicos como son el agua, la energía o las comunicaciones está bajo ese poder que nos da un sistema democrático… aunque sea mínimo.
La participación de capital privado no ha de significar nunca que el estado pierda el control de esos servicios, y mucho menos que esos servicios pasen a ser meros metodos de lucro.
El lucro en lo suntuario es licito, un cuadro puede venderse en millones de dolares pero el agua. Comer en un resataurant puede ser caro, comprar en la tienda lo básico, no.
Privatizar esos servicios cambia completamente la situación, y pone esos servicios – que nosotros precisamos – bajo el control de determinados grupos de mercaderes a los cuales no podemos votar, y que tienen el poder de extorsionar a cualquier gobierno al ser anónimos y supranacionales.
Si es conveniente para el planeta, y para nuestra economía o no la generalización de un determinado sistema de obtención de energía – energía que es omnipresente – no es algo que podamos valorar desde la perspectiva de un sistema económico basado en la perversión del valor de las cosas.
Una cabra es una cabra, su valor en proteínas y la posibilidad de alimentar a una familia no es el de la economía del dinero, sino de la verdadera economía que es la gestión de recursos.
Hemos visto que los gobiernos defienden los intereses de las compañías eléctricas. Eso es su enriquecimiento. Ya veremos que el lucro no es lo mismo que prosperidad. Como dinero no es necesariamente riqueza.
Los déficits de esas empresas no muestran realmente que los accionistas hayan perdido dinero, al contrario, los beneficios ya están en su bolsillo. Lo que sucede es que bajan sus beneficios futuros, y sí, según sus criterios pueden comenzar a congelar sus inversiones y despedir gente. La lógica capitalista es bien extraña desde la perspectiva de lo natural.
No se basa en el valor de las cosas, ni en el beneficio común o el servicio, sino en el crecimiento de las fortunas. Si ese enriquecimiento decrece, el sistema se protege y comienza a democratizar los inconvenientes.
Para la lógica del capital una guerra puede ser rentable. Despedir obreros y cerrar una fabrica en España para irse a un país donde puedan tener obreros sin derechos, aun que se trate de niños esclavos, son estrategias comerciales razonables. Porque la lógica es el lucro del inversor.
Esa no es nuestra lógica. Y aunque podamos obtener beneficios de participar en sus beneficios de algún modo, el sistema no está velando ni tan solo por el beneficio de un inversor de clase media o alta. Solo se protege con el miedo a descender en la pirámide hacia la pobreza. El sistema puede perfectamente arruinar a los que en un momento dado son ricos, porque tiende a beneficiar a unos pocos que son no solo inmensamente ricos sino poderosos.
La posibilidad de ascender y formar parte de esa élite es mínima.
El capitalismo es un engaño que afectará a las futuras generaciones.
  No soy comunista, aunque mi ética va a estar siempre cerca de la izquierda. Dado que solo una lógica que tienda a democratizar los beneficios y cargar los gastos a quien pueda asumirlos me parece más coherente con la verdadera naturaleza del ser humano.
 La sociedad humana basada en el concepto de simbiosis, tanto entre los individuos como con el medio ambiente no puede basarse en la “mística  ilusionista” de los mercaderes.
En mi opinión solo despertando a la verdadera condición  física, mental y espiritual de cada uno de nosotros mismos podemos ver también como hacer más sano y eficiente el intercambio de energía entre nosotros, entre nosotros y los demás animales y plantas y con el planeta.
¿Bajo qué concepto son caras las energías renovables?

1 comentario: